martes, 29 de noviembre de 2011

Espacios vacíos...llenos de huecos
Caras largas sin rumbo.
dentro de mí no encuentro nada.
¿dónde voy?, 
- a saber...
 *Intento seguir como si no te hubiera conocido.

estoy despierta, pero mi alrededor está casi dormido.



Unas voces me dicen que no vale
pero estoy andando por una calle donde no hay nada ni nadie.
Tienes escrito en la frente nuestros errores.
No quiero arrastrar esto más... 
es inútil.
Quiero dejarte ir pero no solo.

sábado, 12 de noviembre de 2011

vueltas y vueltas.

Creía que no lo olvidaría porque no hay nada que olvidar y, ahora, no lo olvido.
Lo dejé pasar por mi vida y no se cómo y sin darme cuenta, de repente, me importa. ¡Qué mierda!
Era uno más. Era guapo y se reía, tenía su vida y yo la mía.
Luego empecé a darle vueltas al asunto, y decidí que después de intentarlo aquello ya no llegaría a más; claro que nunca pensé que me faltaría de esta manera...
Me creí la dueña de todo, un todo que no era nada para mi y que él abarcó sin mas herramienta que ser él mismo. Y ahora, ¡mírame!
Siempre defendiendo mis fracasos para darme cuenta que hasta ahora no he fracasado de verdad.
Lo he dejado escapar porque estaba esperando el momento del fracaso y no llegaba, y día tras día aquello estaba igual.
Me vi capaz de intentar hacerle daño y nunca lo conseguí.
Era un pesado que no se iba. 
Decidí, o mas bien actué, y le dije que yo no sentía nada por él, que yo quería probar mas, necesitaba aire.
Él se rió, sonrió, me besó en la frente y se despidió con un adiós alegre. Y hoy comprendo porque... Hoy lo echo de menos.
Sus tonterías insignificantes me alegraban el dia.
Que se acordara hasta de mis fechas de exámenes era agobiante, y hoy ya nadie me pregunta.
No me he dado cuenta de lo bonita que era su sonrisa hasta que la he dejado de ver, e incluso de sentir.
Hasta hoy no he comprendido que él no estaba ahí más que porque yo lo necesito, y eso basta.
Hasta hoy el que me hicieran feliz era el único requisito, hoy es otro.
Llámalo cabrón, yo a veces lo hago, pero lo cierto es que nunca le pedí nada ni le di, y no le puse normas ni le di nada que él tuviera que devolver.
Hoy él ya no está, y lo que no me esperaba es que yo lo notaría.
No voy a encerrarme en mi cuarto ni nada por el estilo. Mi vida sigue, que lo necesite no es sinónimo de indispensable, pero si él volviera haría lo imposible para que no se fuera, le diría que soy algo despistada y un desastre en el amor, que lo siento. Pero si me dice que no,estaré encantada de compararlos a todos con él.